A quién le importan los muertos

Me parece de gilipollas que este gobierno socialcomunista, proetarra, independentista, bolivariano, feminazi e ilegítimo haya tomado una medida propia de una dictadura como es el toque de queda. Dejando a un lado las bromas y las decisiones a las que se ve obligada a tomar la cabeza visible de un sistema que consiste en ser el bar de Europa, el gobierno español ha pasado por alto una de las medidas claves para frenar la segunda ola de contagios: juntarnos solo con personas que conozcamos.

Parece ser que el virus entre amigos no se contagia, por ello Instagram nos recuerda que vivimos en una sociedad hipócrita de mierda. Porque sí, no hace falta ser correcto o tratar de decir las cosas cogiéndomela con un papel. Hipócrita de mierda.  Y no pienso escribir mucho acerca del tema. Es obvio que este sistema neoliberal pone el foco de contagio en las fiestas y ocio nocturno porque en el autobús de camino al trabajo el virus se sienta a tu lado y te da ánimos. Pero es que se lo ponemos muy fácil.

En marzo y abril salíamos al balcón a aplaudir y hablábamos de la importancia de los hospitales y todos aquellos que en ellos se dejaban la piel. Guardábamos minutos de silencio por aquellos que perdieron la vida a causa de la pandemia. Ahora como eso no está a la moda ni es la corriente que sigue la sociedad, nos tomamos un cubata brindando por el centenar de muertos del día de hoy y por los 20.000 contagios de mañana. Y las UCIs a reventar.

Pero bueno, lo importante es que dentro de poco habrá un confinamiento para salvar la Navidad, que no para salvar vidas. ¡Es el mercado, amigo!