Sigan adoctrinando

No pensaba yo escribir nada acerca del famoso tuit de VOX en el que el partido ultraderechista utilizaba un lema fascista de la época de Franco porque de un partido que anhela los tiempos de fascismo se espera que haga cosas fascistas. Es como si en el fútbol Messi hace un partidazo, no es algo que sorprenda a nadie. Sin embargo, hoy he conocido que el presidente de VOX en Andalucía, Francisco Serrano, creó recientemente un hilo en Twitter hablando del supuesto adoctrinamiento LGTB que hay en las escuelas andaluzas. Para mi sorpresa, el IES La Campiña, es decir mi instituto, figuraba en esa lista.

No quiero ser de alguna manera irrespetuoso con el resto de institutos que figuran en dicha lista negra, como las de la Inquisición, por lo que antes de escribir para ustedes he echado un vistazo a las diferentes charlas que estos institutos han dado encontrando que la mayoría de ellas son a favor de la visibilidad, aceptación de la diversidad, lucha contra la homofobia… La que dio mi instituto hace poco más de un año se trataba de una charla afectivo-sexual que supongo que trataría la aceptación de la orientación sexual de cada uno o algo por el estilo, lo normal. El problema es que estos señores, porque mujeres aquí hay pocas, quieren volver a colocar las vendas que durante mucho tiempo el mundo ha tenido puestas. Quieren que en Madrid la fiesta del orgullo gay se vaya lejos del centro, quieren que no se den charlas que promuevan el respeto hacia las distintas orientaciones sexuales, en fin, quieren que la gente no vea que puedes amar a quien te salga de los cojones.

Seis años estudiando en dicho instituto dieron para mucho, pero sobre todo dieron para aprender. Me enorgullece que en una escuela pública se llevase a cabo una labor educativa tan exquisita que está al alcance de muy pocos institutos. La mayor parte de los profesores que tuve me enseñaron qué es el respeto, y gracias a ellos entiendo qué es el machismo, qué es el bullying, qué es la homofobia y un largo sinfín de cosas que aprendía allí diariamente. Me enseñaron que puedo estudiar el bachiller de ciencias, el de sociales o el de humanidades sin ser menos por el hecho de escoger uno u otro, porque es un instituto que tiene por bandera la libertad.

No quiero alargarme mucho más ya que todos los que conocemos el IES La Campiña sabemos que se trata de un instituto con profesores y alumnos ejemplares; ya pertenezcan a la ESO, bachiller o a los distintos grados que el centro oferta. Por lo tanto, si la enseñanza basada en la inclusión y respeto puede ser considerada como un acto de adoctrinamiento, me gustaría que me adoctrinasen en el IES La Campiña.